La relación entre los jugadores que reclaman y la dirigencia está cortada. Allí debería aparecer Jorge Burruchaga como intermediario.
Querrán disimularlo, pero la relación entre los jugadores y la dirigencia se rompió. Declaraciones, cruces, llamados, cartas documento y pagos a regaña dientes generaron un combo explosivo en el que siempre pierde Independiente. En un lado se cansaron de promesas incumplidas y destratos, en el otro no aguantaron la especulación y la intimación por la vía legal.
Luego de que todo el plantel tomó la decisión de profundizar el reclamo por la deuda salarial, la comisión directiva comenzó a abonar de a poco el dinero faltante a los más jóvenes, pero con los 9 jugadores que más cobran aún hay deudas y todavía están acordando la fecha de pago. Luego de cancelar dicho dinero, la mesa chica tiene decidido sentarse a renegociar los contratos más costosos, una vez que se cancelen todos los compromisos asumidos hasta el 31 de marzo.
Allí es donde creen que la figura de Jorge Burruchaga deberá prevalecer. Una importante figura dirigencial le dijo a InfiernoRojo: “Lo contratamos para que tome decisiones fuertes y esta será la primera”.
Con un mercado de pases que será largo, pero nuevamente austero, el trabajo principal del Manager será mediar con los jugadores implicados en el conflicto y empezar a diagramar, junto a Lucas Pusineri, el equipo que le quedará a Independiente a partir de mitad de año. Por ahora, intercede en reuniones vía Zoom con el DT y los dirigentes, pero se espera que tome un rol preponderante. Los propios deportistas reclamaban alguien que esté presente en Villa Domínico para que los escuche y acompañe.
¿Qué otra cosa pretenden de Burru? Que el Manager diagrame una lista de jugadores negociables en todo aspecto; ya sea para bajarles el sueldo o buscarles una pronta salida. Además, que inicie las charlas con los futbolistas involucrados y se siente con los representantes para comenzar esos nuevos convenios, de la mano de Jorge Damiani y Héctor Maldonado.
