Un espanto el partido de Independiente en Paraná. No le salió nada y perdió 1-0 contra Patronato, luego de un error de Alexander Barboza en la salida. El equipo de Sebastián Beccacece no tuvo ninguna virtud.
Pésimo es poco. Horrible encuentro de Independiente ante Patronato en Paraná. El Rojo perdió por la mínima, pero mostró una de sus peores facetas. Perdió constantemente la pelota y se vio un equipo deambulando por el campo de juego sin ningún tipo de identidad.
Sebastián Beccacece metió mano durante la semana y rompió las sociedades que parecían estar establecidas. Evidentemente se imaginó un cotejo que no ocurrió y su planteo nuevamente fue deficiente. No se queda atrás el nivel particular de cada futbolista, porque todos jugaron abajo de los 4 puntos.
Sumamente erráticos, inconexos, distraídos, débiles, ineficaces. Una de esas tardes en las que no sale ni una de casualidad. Franciso Pizzini, Martín Benítez y Sebastián Palacios no sólo no gravitaron en el ataque, sino que prácticamente no se encontraron; más allá de un buen pase del 10 que habilitó al Tucu y terminó en remate al pecho de Ibañez.
El gol de los locales llegó a través de un error grosero de Alexander Barboza que le quiso dar un pase de dos metros a Lucas Romero, la puso en órbita y luego perdió en el retroceso ante Lautaro Comas.
La única situación del situación del segundo tiempo llegó a los 45′, en los pies de Cecilio Domínguez, que se sacó dos de encima, asistió a Palacios y este volvió a fallar.
Nada, mínimo, minúsculo rendimiento del Rey de Copas. Las preguntas son muchas, pero la que resuena es: ¿a qué juega el Independiente de Sebastián Beccacece?, ¿qué es lo que quiere hacer el DT? Van 9 partidos y sólo se rescatan 45 minutos ante Colón de Santa Fe. El resto, sólo migajas para el más grande de América.
