El zurdo ex Chacarita ingresó en el segundo tiempo y marcó el gol. Intentó siempre y mostró, una vez más, que pide titularidad. Lo buscaron poco, pero el pibe encaró y le dio el cambio ritmo necesario.
Ante Aldosivi no jugó ni un rato y la gente reprobó su ausencia. Es que el petiso zurdo le mete otro aire al equipo en el sector en donde más lo necesita, sí, bien cerca del área rival. Es que el Rojo no crea juego, no daña al rival y todo termina en centros perdidos a los nueve de área que no ganan para inflar la red.
Con el primer tiempo paupérrimo que hizo el equipo de Brindisi, el DT envió a la cancha a Matías Pisano sin sacar al Rolfi ni a los delanteros. El cambio fue por Villalba. El mediocampo perdió en contención, pero ganó en juego. Sobre todo cuando Pisano se acercaba al área y podía jugar con la pelota en los pies.
Hay que señalar que no pudo asociarse con Daniel Montenegro y la mayoría de las veces sus acciones fueron individuales. Más allá de esto, su desfachatez para encarar le sirvió a Independiente para encontrar algún camino para descontar. Recién a los 45 minutos, sobre el cierre, Pisano probó desde lejos y gracias a la ayuda de Lucchetti debutó en la red con la casaca del Rojo. De nada sirvió…
Aunque algunos creen que sirvió de mucho, porque el pibe demostró una vez más que se merece la titularidad y que el equipo requiere de su fútbol. Esperemos que sea uno de los cambios que se vienen. No puede estar en el banco, cuando el conjunto que está dentro del campo de juego no hace nada de nada, no crea ni daña a su rival.
Gol de Matías Pisano vs. Atlético de Tucumán: