Desde que Mauricio Pellegrino se había hecho cargo de la dirección técnica del equipo siempre Independiente había marcado en el arco rival. Lanús no sufrió esto y hasta le rompió el invicto.
Venía muy derecho el equipo de Pellegrino. El Rojo ganaba, incluso los partidos que jugaba mal, como ante Defensa y Justicia. Claro está, y es ajustado remarcarlo, el rendimiento del equipo fue de mayor a menor.
En este encuentro ante Lanús se vieron algunas falencias. A Independiente le costó armar juego, pese a sumar mucha gente en ataque y en la creación. En la zaga sufrió. Y sufrió a tal modo que recibió dos goles tras 548 minutos de valla invicta.
En definitiva, en esta derrota ante Lanús por Copa Argentina se perdieron muchos logros que venía consiguiendo el equipo. Es más que importante poder revertir esta situación cuanto antes, pese a que el sábado ante San Martín de San Juan habrá que romper otros records negativos, como derrotar a un conjunto que no pierde de local hace 20 partidos y en una cancha en la que no ganó.
