Daniel Montenegro jugará este sábado ante Huracán un partido singular, de esos que tienen una gran carga emotiva y nostálgica. Claro que la profesionalidad le tendrá que ganar al sentimiento y el Rolfi, tal como lo precisa el Tolo y sus dirigidos, deberá dejar todo para conseguir los tan preciados tres puntos.
El Rojo enfrentará al Globo, dirigido por Angel Cappa, en el Tomás A. Ducó. Lo paradójico es que lo hará en condición de local y tendrá entre sus filas a uno de los hijos mimados de su rival.
El diez de Independiente debutó profesionalmente en Huracán un 7 de abril de 1997(un día después de su décimo octavo cumpleaños) ante Vélez. El triunfo 3-1 sobre el Fortín comenzó a generar un lazo muy fuerte entre la Institución de Parque Patricios y el menor de los hermanos Montenegro.
Por eso, y esas cosas que sólo entienden los amantes del fútbol, el Rolfi tendrá un partido muy especial. Encima, agravado por la actualidad de Independiente y la necesidad de sumar de a tres para olvidar la goleada recibida ante Lanús y darle tranquilidad a la semana de trabajo del Tolo Gallego.
En cuanto a números respecta, hay que señalar que el Rolfi vistió tres camisetas en el fútbol argentino: Huracán, Independiente y River. Participó de 305 encuentros (97 para el Globo, 149 para el Rojo y 59 para el Millonario). Sus estadísticas marcan que convirtió 88 goles y lo paradójico es que nunca le convirtió al club de Parque Patricios.
Vistiendo la de River nunca enfrentó al Globo. Sin embargo sí lo hizo con la del Diablo en su pecho. Si bien no festejó goles propios, sí se quedó con más triunfos que derrotas:
Aper 02 29/09 Hur 0 – Ind 2 (Pusineri y Silverta)
Clau 03 18/04 Ind 2 – Hur 1 (Insúa, de penal y Silvera; Villa)
Aper 07 11/09 Ind 3 – Hur 0 (Sosa y Denis -2-)
Clau 08 30/03 Hur 0 – Ind 0
Aper 08 05/10 Hur 1 – Ind 0 (Díaz)
Así las cosas, el sábado se escribirá una hoja más en el romance entre el Rolfi, Huracán y el tercero en discordia, Independiente. Esperemos que más allá de todo, Montenegro tenga un buen partido y ayude al Rojo a seguir invicto como local, festejando y empujando para adelante a la nueva era del Tolo.
