Hace 83 años, Arsenio Erico anotó un golazo que marcó la historia del fútbol mundial. El escorpión del Saltarín Rojo.
El 12 de agosto de 1934 será recordado por una de las obras más maravillosas del fútbol profesional. Un joven Arsenio Erico, con apenas un puñado de meses en Argentina, sorprendió a todos los presentes, cuando en un Independiente – Boca puso el empate tras una pirueta que sólo él podía realizar.
A los 68 minutos del cotejo, Antonio Sastre lanzó un centro al área Xeneize, Erico se tiró de palomita y en el vuelo superó la línea del balón. En ese momento ensayó un escorpión, pegándole a la pelota con el taco de su pierna y superando la resistencia del arquero.
Quien luego sería el máximo goleador del fútbol argentino comenzó a escribir las páginas más deseables de la historia; siempre dejando boquiabierto a compañeros, rivales e hinchas. El medio paraguayo GEN propone celebrar #ElDíaDelEscorpión