Independiente también perdió 3-2 ante Águilas Doradas Rionegro, en un partido patético. Sin embargo, podrá dar vuelta la serie en Avellaneda.
Un nivel que ya supera lo preocupante. Independiente jugó horrible durante 70 minutos y fue superado por Águilas Doradas Rionegro, que le ganó 3-2. El mediocampo no le funcionó a Ariel Holan y el equipo recién se despertó cuando salieron Pablo Hernández y Francisco Silva, que jugaron una marcha más lento que los demás.
El Rojo no supo contener la pelota, ni generar sociedades, ni recuperar alto, ni sostener el 1-0 inicial que convirtió Cecilio Domínguez. Fue un nivel general bajo, especialmente en la generación de juego. Pero a nivel defensivo también sufrió: cada avance de los colombianos terminó adentro del arco de Martín Campaña. Desatenciones, falta de presión y lentitud llevaron a que el conjunto local ponga en claro riesgo el pasaje del Rey de Copas a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Francisco Pizzini y Silvio Romero entraron y le dieron una mínima esperanza al Rojo. El extremo desbordó por derecha y lanzó un centro bajo para que el 9 haga lo que tiene que hacer: empujarla al gol. Incluso tuvieron una más, que el Chino no llegó a definir. Independiente tiene vida, como ante Argentinos Juniors en la Copa Superliga, pero buscará no repetir el mismo resultado final.