Independiente derrotó a Atlético Rafaela 2-0 con un doblete de Martín Benítez, la gran figura del partido. Sin pasar sobresaltos, el rendimiento del equipo fue parejo y ya consiguió el tercer triunfo consecutivo con Pellegrino de DT.
En la previa se presagiaba un resultado favorable. Los de Leonardo Astrada venían de ser goleados por Lanús y por River. De visitante su rendimiento inclusive era peor. Y, teniendo en cuenta los últimos dos partidos del Rojo con triunfo, había más que expectativas positivas. Y así fue.
Ya de arranque se vio que el Rojo era más. Tenía más. Y a los 6 minutos eso se volcó en el resultado. Jugada que arrancó en la zona de defensores con pases de tenencia y llegó a los pies de Martín Benítez que le dio ritmo, encaró y gracias a su velocidad en espacios cortos sacó ventaja y definió ante la salida del uno rival. Independiente así se puso al frente del marcador.
Tras la diferencia el conjunto de Mauricio Pellegrino se desordenó. Tuvo algunas chances para alargar la distancia en el marcador, sobre todo en los pies de Diego Vera. El uruguayo primero asistido por Pisano y, más tarde, por Benítez, tuvo dos mano a mano y perdió con De Giorgi. El Rojo lo sintió. No pudo marcar el segundo en la etapa inicial.
Rafaela, por su lado, ni bien recibió el gol intentó salir y buscar el empate. Contó con un par de jugadas aisladas en las que Diego Rodríguez debió participar para mantener el cero en su arco. A la Crema le faltó rigurosidad en ataque y, aunque no llevó mucho peligro, con mayor precisión y contundencia quizás podría haber alcanzado la igualdad.
En el complemento, el Rojo salió mejor parado. Rafaela sólo se acercaba con centros o de pelota parada. Claro está que con ese camino pudo haber dañado y vislumbró algunas dudas en la línea defensiva de Independiente. Sí, por momentos preocupó un poco ciertas desatenciones cerca del arco defendido por Diego Rodríguez.
De a poco, Independiente comenzó a dañar. Sin dudas que el más desequilibrante era Martín Benítez y su contundencia fue determinante para el triunfo final. Cada vez que la pelota pasaba por él había desequilibrio. Lamentablemente para él, ni Matías Pisano ni Albertengo parecían estar en su sintonía. Es más, el Rojo contó con un puñado de opciones que no aprovechó.
En uno de esos ataques, Pisano encaró por su punta, cortó para adentro y remató al arco. Iban 21 minutos del complemento y el arquero dio rebote. La pelota cayó en los pies de Benítez que, con la moral por el techo y una confianza abrumadora, controló y cuando todos esperaban un buscapié, él encontró un hueco y metió un remate rasante que ingresó por el segundo palo. Independiente liquidaba el encuentro 2-0 y cerraba la noche.
Los minutos restantes fueron para que Echenique amonestara algunos jugadores, para que Rafaela llenara de centros el área del Ruso y para que Independiente desperdiciara contraataques. Es más, en uno de ellos Lucero quedó mano a mano con De Giorgi y definió mal, sino el resultado podría haber sido mayor.
Claro está que también Rafaela podría haber descontado. Es más, marcó un gol que fue anulado por fuera de juego. Sin embargo, el 2-0 fue final y la gente de Independiente se fue contenta, cantando y con la esperanza de seguir disfrutando de un equipo que de a poco se acostumbra a ganar y tiene en el horizonte varios objetivos por cumplir. Vamos Rojo.
