Es todo mentira, una táctica eficaz y demagógica de nuestros jugadores. Y fundamentos sobran. Vencimos en los clásicos y les dimos mánsamente los puntos a los Tucumanos, Gimnasia y ahora a los jujeños, los peores equipos argentinos de los últimos tres años. Casi sin ofrecer resistencia, hasta con algo de masoquismo, bailando de a ratos y soportando los “ole, ole” de las hinchadas locales. Es para levantarles el ánimo y la cantidad de puntos y así dejar a nuestros vecinos en el Nacional “B”, todo cierra. Se dejaron golear y humillar por una buena causa…
Cuando me pongo a pensar el por qué del empate ante Vélez acechan algunas dudas. Pero es simple disiparlas, con sólo pensar en Ledesma no queda ni una. Tiene que ser mentira… ¿De qué otra manera un jugador puede jugar tan mal, al punto de no hacer bien ni siquiera un lateral? ¿Cómo es posible sino que habilite a un contrario de espaldas y con la espalda, con un movimiento que está más cerca del conductor Marley que de un jugador profesional de fútbol? Además, qué me van a decir del tercer gol. ¿Mareque y Rodríguez hicieron el ridículo sin querer? ¿Era el partido homenaje a Ricky Gómez y lo dejaron jugar solo? Al Bocha lo marcaron más en diciembre del 91. No señor, no puede ser verdad. Seguramente no pusieron a Moreno esta vez porque sino se hacia muy evidente, pero sin dudas es todo mentira.
No se puede jugar tan mal, lo hacen por nosotros, los hinchas, que queremos ver a Racing teniendo su revancha en segunda división para ver si esta vez si puede campeonar…
La excusa que le dieron a Pepé es que hacia mucho calor. Muchachos, el calor lo pasamos nosotros cuando vemos como nos desprestigian ante cualquier equipo. Eso les tendríamos que decir, pero no lo hacemos porque es todo mentira. ¿O no?
