Lejos de aplicarse el latiguillo “esto es Independiente” nos llevaron a un camino sinuoso en el que se presenta todo lo contrario
Independiente es un club de una inmensidad total, siendo el más grande de América y teniendo una historia inigualable y envidiable por todo el continente y la gran mayoría de equipos del mundo. Hoy la actualidad es otra, con una dirigencia que puso al club de rodillas y lo sumerge cada vez más en la decadencia, esto no es Independiente.
Esto no es Independiente, con dirigentes que realizaron un descalabro económico y le entregaron la billetera a entrenadores y sus representantes de turno, contrayendo una enorme deuda, algo admitido por el propio secretario general en julio de 2021: “El mayor error que nos pasó en el club fue cuando tuvimos que hacer la compra de jugadores”.
Esto no es Independiente, con una oposición que juega a los comunicados y lejos de proponer que ideas presentaría en las elecciones, las cuales debieron desarrollarse, solo hablan de lo malo que hizo el otro, o para colmo, algunos se unen con quienes hace días cuestionaban.
Esto no es Independiente, con barrabravas apañados por algunos sectores que actúan con total impunidad y hacen que el socio tenga miedo de ir a la cancha, si ese mismo que paga la cuota y contribuye con la vida del club, haciendo cientos de kilómetros.
Sin dudas esto no es Independiente, lógicamente el fútbol, sus manejos y la manera de dirigir un club han cambiado, pero también cambiaron los valores de quienes lo manejan, siendo el único damnificado Independiente y los socios que tanto hacen por ver bien al Rey de Copas.
