Como dijera un grande del periodismo, Dante Panzeri, “el fútbol es la dinámica de lo impensado”, y parafraseándolo podríamos afirmar: “La vuelta del Tolo al Rojo es la dinámica de lo inexplicable”.
Cuántas veces nos preguntamos, sobre todo en los últimos tiempos, a qué juega Independiente; por qué los técnicos que vienen al Rojo no mandan al ataque al equipo; por qué sigue y cuál es la función que cumple Fredes en el plantel; por qué no se tiene un poco de paciencia o se les da mayor confianza a los juveniles. Cuántas veces…
El problema es que seguimos en lo mismo. Una vez más, en esta ocasión el Tolo, da muestra de un timón perdido. Mancuello, un jugador al que estábamos esperando ni siquiera se concentra para el próximo partido. ¿Por qué? Basile diría “silenzio stampa”.
Otro caso es el del pibe Godoy. Dos partidos en Primera: uno ante Argentinos con una floja actuación debido a sus nervios que lo llevaron a terminar expulsado; el otro frente a Godoy Cruz, también para olvidar rápidamente. Y ya está, no sirve. Ni siquiera concentrado.
Continúa sin aparecer Matías Di Gregorio como lateral por izquierda. ¿En su lugar jugará Caracoche? No se recuerda su actuación en el partido con Huracán por ese sector. Ni hablar del caso, tan singular por cierto, de Damián Ledesma. Quizás no se concentra, de repente juega de volante por derecha, luego como volante central y ahora está citado como defensor central. ¿Se puede rendir ante tanta variación?
Son todos casos que no logran cuadrar en ninguna mente sensata. Ni hablar del Patito Rodríguez, elegido por los hinchas del Rojo durante la semana, en la encuesta de InfiernoRojo, como uno de los que más se merece una chance como titular. Respuesta: no se concentra y su lugar lo ocupa Hernán Fredes. Sí, otra vez. Es incomprensible.
Claro que esto es fútbol, como se dice siempre. Se puede ganar y, a su vez, la suma de delanteros no significa un equipo ofensivo. Sin embargo, se demuestra una vez más que el rumbo está perdido. Luego del encuentro ante Tigre se suponía que se estaba cerca de alcanzar un orden táctico, pero una semana después se vio todo lo contrario.
Es cierto que hay que mirar también el vaso medio lleno y destacar la incorporación de Leandro Depetris. Ojalá tenga chances de demostrar y no que ingrese cuando sólo faltan 20 minutos para el finalizar el partido.
Esperemos que estas pruebas sean ítems planeados por el Tolo para llegar a una idea y que ésta se pueda plasmar dentro del campo de juego. Para eso se necesita orden, astucia, coherencia en las decisiones, tiempo, confianza, apoyo, integración, unión y sobre todo mucho trabajo, en serio. Los hinchas de Independiente no se merecen más manoseos. Basta de lo mismo. Gallego tiene el apoyo incondicional, los jugadores deben rendir y dejar todo, los hinchas alentar sin cesar… y, tirando todos para el mismo lado, hay que salir adelante, jugando a la pelota.
