Independiente debía rendir una dura prueba en Rosario para sacar chapa de candidato y no le fue bien: perdió con el flojo equipo de Central por 2-0 y se empieza a alejar de la cima. Jorge Broun, de penal, y Emilio Zelaya anotaron los goles para el local, en tanto que Darío Gandín fue expulsado en el Rojo y no podrá estar ante Colón.
El resultado de la primera etapa fue absolutamente mentiroso. Después de un arranque dubitativo, en el que Central llevó el ritmo de juego y hasta dispuso de una doble chance clarísima de Castillejos que Adrián Gabbarinni tapó con solvencia, Independiente fue más y mereció irse en ventaja.
Sin Walter Acevedo, el sector medio fue más de tránsito rápido que de manejo, sobre todo por las bandas con Federico Mancuello y Walter Busse, ambos de incansable ida y vuelta. Y gracias a una escapada del primero, el Rojo tuvo su primera chance, pero Jorge Broun tapó fácil un remate suyo.
Empezaron a aparecer Ignacio Piatti y Darío Gandín, y así Independiente siguió creciendo hasta hacerse dueño absoluto del juego. Y lo tuvo el Chipi, tras un gran pase de Lucas Mareque, pero la pelota cruzó todo el arco y Andrés Silvera, de intermitentes pero importantes apariciones, no llegó a conectar.
Luego, la opción más clara de todas: desborde, centro atrás y Piatti, con todo el arco de frente aunque marcado por un defensor, sacó un furibundo remate que Broun tapó increíblemente. Independiente era más y merecía un gol. Pero los goles que no se hacen en un arco…
Llegando a los 30, centro de Central y Mareque, absolutamente solo, la tocó con la mano sin intención y Diego Abal cobró penal. El arquero de Central se hizo cargo de la ejecución, cambió falta por gol y desventaja para un Rojo que había hecho todo el gasto y se veía abajo en el marcador.
Para el complemento, Gallego mandó a la cancha a Martín Gómez, siempre su primera opción, aunque sorprendentemente por Mancuello, quien venía teniendo una buena noche, y a Lucas Pusineri, quien sustituyó al intrascendente Fernando Godoy. Pero todo se desmoronó rápido.
Cuando se jugaban cinco minutos, el fondo no cerró bien en un pelotazo frontal de Central, Gabbarinni tardó en salir y Tuzzio la entregó mal. Jesús Méndez habilitó a Zelaya y éste ajustició al arquero del Rojo, liquidando la historia pese al tiempo que faltaba.
Independiente no tuvo la rebeldía que sí mostró ante Vélez para buscar el empate, aunque sea el descuento, y pese a tibios ataques, lo único que pudo haberse producido hasta el final fue algún otro gol del local, que de contra tuvo un par de opciones clarísimas que no supo definir.
Así, Independiente perdió, sumó su segundo encuentro sin sumar de a tres y al final de la fecha puede quedar a cinco puntos de la cima. Además, se complica en la clasificación a la Copa Libertadores, aunque todavía falta mucho. Lo cierto es que hay que mejorar, y mucho, de cara a lo que viene. Tolo, todo tuyo.
