El defensor todavía no debutó en Independiente y su estado es materia de observación. ¿Qué va a pasar con él?
El 25 de septiembre, después de una larga negociación, Independiente contrató a Ezequiel Muñoz. El defensor de 29 años, proveniente de Lanús, llegó con el pase en su poder y quedó vinculado al club hasta diciembre de 2021, con una cláusula de 3,5 millones de euros.
Casi un mes más tarde, el cuerpo técnico no veía al central en su mejor forma física y lo probó algunos minutos en un amistoso contra Banfield. La mala noticia se confirmó el 23 de octubre, cuando se oficializó que Ezequiel Muñoz había sufrido un esguince de rodilla derecha, produciendo un estiramiento y afectación a la plástica -el injerto que le realizaron por una vieja lesión- y le provocaba cierta inestabilidad en la rodilla.
En relación a lo último, el propio jugador consultó al doctor Jorge Batista, uno de los más prestigiosos en el mundo del fútbol, y el profesional le confirmó que se resintió de la rotura ligamentaria sufrida en su momento. Aún existe la posibilidad de que deba ser intervenido quirúrgicamente y la recuperación, por tratarse de la rodilla ya intervenida, le podría demandar hasta nueve meses.
“Estamos haciendo un trabajo de fortalecimiento para ver si mantiene la estabilidad para jugar. Si no funciona el trabajo de fortalecimiento no va a quedar otra que operar“, declaró Daniel Martins, médico del plantel de Independiente.
Lo último que se conoció de manera oficial es que Muñoz realizó un aumento progresivo de las cargas físicas y trabajos individuales con pelota. El cuerpo médico nota una buena evolución, en estos días lo expondrán a labores en el campo de juego junto al plantel y finalmente evaluar si lo operan o regresa a los entrenamientos normales. En el mejor de los casos, llegaría al duelo ante Fénix por la Copa Sudamericana.
