La Navidad es una ocasión de intercambiar recuerdos y de vivir momentos que perdurarán durante años en nuestro afecto.
Es una oportunidad de mirar el mundo por el prisma del amor, de reconocer que la Tierra está poblada de personas como nosotros y de verlas tal como son por dentro. Sean cuales sean su identidad y procedencia, ninguna está libre de problemas, y todas tienen un corazón frágil como el nuestro.
La Navidad es tiempo de regocijo. Es una fecha para reflexionar con gratitud en todo lo que nos deparó de positivo el año que está acabando. Es un buen momento para agradecer el amor que nos ha enviado el Cielo.
Es una oportunidad de dar a los necesitados sin pedir nada a cambio.
Es la temporada del amor, porque Dios es Dios de amor.
La Navidad es una ocasión de dejar atrás sentimientos heridos y hacer borrón y cuenta nueva.
En Navidad conmemoramos el nacimiento de Jesús. Y Él puede nacer nuevamente en nuestro corazón cada Navidad.
Es una fecha que podemos celebrar con alegría, sabiendo que aunque estemos o nos sintamos solos, hay alguien que nos ama: Jesús.
En la vida, como en Navidad, lo principal no es lo que recibimos, sino lo que ofrecemos. Una existencia centrada en el deseo de obtener en vez de en la voluntad de dar está abocada al fracaso.
Regala hoy amor a una persona haciéndole ver que la necesitas.
Pocas cosas hay que no pasen de moda en un mundo que es capaz de cambiar radicalmente de la noche a la mañana. Hay algo, sin embargo, que nunca quedará desfasado: la necesidad de amar y de ser amado. Y esa es la esencia de la Navidad. Esa es la auténtica razón de ser de cada uno de nosotros. Así es como dejamos huella en este mundo: con el amor que manifestamos a nuestros semejantes.
Lo que hace tan entrañable la Navidad no son los regalos que nos hacen, sino lo que nosotros damos.
En esta Navidad El Gran Diablo que esta siempre junto a ustedes, les desea de todo corazon que sean felices y que disfruten este dia con sus seres mas queridos en paz y armonia.
Por El Gran Diablo para InfiernoRojo.com
