¡InfiernoRojo te trae seis jugadores que fueron resistidos y lograron revertir la situación en Independiente! ¿Podés sumar otros casos?
¿Cuántas casos hubo de jugadores que llegaron a un club siendo criticados y que, a base de esfuerzo, lograron dar vuelta la historia? ¡Muchas! En InfiernoRojo repasamos seis de los últimos futbolistas que, a raíz de su juego y compromiso, terminaron consolidando el cariño de la gente.
El primer nombre es el de Darío Gandín. El Chipi llegó desde Colón en julio del 2008, cuando Independiente le compró el 50% del pase por 1.2 millones de dólares. Su primera temporada no había sido para nada buena y su cuota goleadora era criticada, lo que lo llevó a ser resistido por cierto sector. No obstante, la siguiente temporada, el delantero cambió su imagen y, como goles son amores, logró darla vuelta; sobre todo por los tantos al rival de toda la vida. En julio del 2010, fue vendido al Necaxa.
Andrés Silvera fue otro que cambió su imágen. El Cuqui llegó proveniente desde Unión, para reforzar al Rojo en julio del 2001. En su primera temporada alcanzó una pobre racha de 4 goles en 20 partidos. Sin embargo, su relación con los hinchas cambiaría de golpe en el Apertura 2002. Además de haber formado parte del último título local de Independiente, fue el goleador del torneo con 16 tantos. En el siguiente torneo su aporte goleador volvió a ser leve y fue vendido al Tigres de México, en junio del 2003. Sin embargo, quedó grabado en los corazones rojos.
Otro de los casos es el de Eduardo Tuzzio. El defensor central llegó al Rey de Copas en enero del 2009, tras rescindir su contrato con River en común acuerdo con la dirigencia. En silencio y de a poco, el zaguero se fue convirtiendo en una de las figuras del Rojo y tuvo su mejor versión en la Copa Sudamericana del 2010, en la que fue considerado el mejor jugador del torneo. Entre 2011 y 2012 fue perdiendo terreno y tras el descenso del club se marchó a Ferro para terminar su carrera.
Un caso más reciente: Emmanuel Gigliotti, un jugador que no le pesó defender los colores de San Lorenzo y Boca. Llegó en febrero del 2017 desde un fútbol inhóspito como el chino a pedido de Ariel Holan. Al principio era bastante criticado por su pasado en el Xeneize y su bajo rendimiento, pero con el correr de los partidos, el Puma comenzó a pagar con goles y a pesar de haber transitado pequeñas lesiones, el delantero no se rindió y fue parte de un equipo extraordinario que terminó conquistando la Copa Sudamericana en el Maracaná. Su mejor versión se vio en el 2018 y allí, se ganó el cariño de la gente. Por conflictos con Holan, Gigliotti fue vendido al Toluca.
Otra situación más cercana es la de Nicolás Domingo. El volante central no era tenido en cuenta por Marcelo Gallardo en River y decidió finalizar su vínculo para pasar a Independiente, en julio del 2017. Para muchos, su llegada era innecesaria debido a su falta de continuidad; pero en su primer partido, el mediocampista comenzó a generar una buena imagen en los hinchas. Su claridad en el medio campo se combinó con su experiencia y se ganó la titularidad. El cariño de la gente llegaría tras la final de la Recopa ante Gremio en Porto Alegre, donde su demostró un sacrificio intachable. En enero del corriente año, el jugador decide cumplir su ciclo para pasar al Olimpia de Paraguay.
Por último, un jugador del actual plantel: Juan Sánchez Miño. Cuando apareció en Boca se decía que iba a ser el nuevo lateral izquierdo de la Selección Argentina, pero lentamente su carrera se opacó. Arribó a Independiente en 2016 de la mano de Gabriel Milito y fue duramente silbado durante sus primeros encuentros -más cuando erró un penal decisivo ante Chapecoense-, pero el tiempo lo puso en su lugar y se transformó en uno de los más queridos por la hinchada. Hoy pelea para continuar como titular, pero es un referente dentro del vestuario y admirado por su profesionalismo.
¿Podés sumar más casos de futbolistas que arrancaron con el pie izquierdo en su vínculo con la hinchada y lograron dar vuelta la taba? ¡Queremos leer más casos!
