Independiente derrotó 3-0 a Atlético Rafaela en su regreso a la Primera División. Mancuello, Pizzini y Lucero fueron los autores de los goles. El Rojo mostró mucha dinámica y verticalidad. En defensa sufre en la transición, que es el punto a ajustar.
Independiente arrancó con mucha dinámica. Atacando por las bandas y con bastante gente, aunque en cada contra de Atlético Rafaela, el local sufría. Es más, la primera del partido, casi a los 2 minutos fue para La Crema que tras una buena corrida de Albertengo, apareció Federico González que definió por encima de Diego Rodríguez. Néstor Breitenbruch que había cerrado mal, se recuperó y salvó en la línea.
La respuesta del Rojo llegó tras un buen desborde de Riaño para Martín Lucero que al definir lo taparon y no pudo concretar. En definitiva, los primeros minutos fue de palo y palo. Rafaela atacando con pelotazos cruzados que evidenciaban problemas defensivos en el local, Independiente siendo muy vertical, con variantes y tres delanteros muy rápidos: Matías Pisano, Claudio Riaño y Martín Lucero. Es más, este último, a los 7 minutos quedó mano a mano y el travesaño le negó la apertura del marcador.
Independiente era claramente vertical en ataque y en defensa pasaba sofocones propios del riesgo que tomaba. Así fue que por momentos parecía que el Rojo se lo llevaba por delante y al instante aparecía una contra de Rafaela para dañar a tal punto que Diego Rodríguez tuvo que salvar en alguna oportunidad.
En una de las tantas situaciones fue Lucas Villalba quien estuvo a punto de marcar en dos oportunidades. Es más, en la segunda su remate tenía destino de red, pero se lo sacaron en la línea. De ese tiro de esquina fue Lucero el que casi marca, pero su derechazo no pudo ser conectado por Riaño.
El Rojo tenía chances y no aprovechaba. Manejaba la tenencia de la pelota, pero no podía marcar la diferencia en el resultado y así parecía irse el primer tiempo. Sin embargo, apareció uno de los referentes más ovacionados, tomó la pelota, se sacó un par de jugadores de encima en un movimiento y encaró. Antes que lo salgan a cortar, le dio un zurdazo que se metió rasante en el segundo palo. El arquero nada pudo hacer y Mancuello lograba así marcar el primer tanto tras el regreso del Rey. La ovación y el delirio nunca estuvo tan bien merecido.
En el segundo tiempo el partido daba indicios de seguir en la misma sintonía. Independiente con la tenencia y la verticalidad en su ataque. Rafaela intentando quebrar el achique de la defensa local y con la intención de aprovechar alguna contra.
Lucero tuvo en un cabezazo el segundo, pero no podía marcar. Enfrente, el Ruso tapaba a los 5 minutos una pelota clave. Es más, a los 9 Independiente logró aumentar el tanteador. O sea, pasó de un posible empate parcial a un 2-0 merecido. Francisco Pizzini recién había entrado y en una de las primeras que tuvo encaró, eludió a su marcador y desde dentro del área sacó un derechazo muy fuerte que doblegó las manos del arquero y se metió para el otro grito.
A partir de ahí el partido fue otro. Independiente bajó la intensidad pero sin dejar de atacar. Manejó la pelota y no pasó grandes sofocones, porque el rival ya estaba dañado. Si bien, Rafaela pudo haber achicado, a los 30 el Rojo puso cifras definitivas gracias a una gran jugada entre Lucero y Riaño que terminó con ambos frente al arquero y la definición casi con el arco libre del ex Defensa y Justicia para sacarse la mufa y gritar su gol. En las tribunas se desató la fiesta.
Se notaba en el hincha la alegría después del temporal. El hincha se fue ilusionado. El hincha se fue cantando. El hincha se fue festejando. El hincha se fue contento porque se vio un equipo que si bien debe corregir algunos errores en defensa, mostró lo más difícil. Sí, un ataque con ideas, vertical y profundo para dañar al rival. A seguir así. La idea es interesante y ojalá se mantenga. Vamos Rojo. Volvió el Rey.
