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Hasta los cambios fueron intrascendentes

El clásico frente a Racing dejó demasiada incertidumbre y preocupación que hasta los que ingresaron desde el banco estuvieron flojos. ¡Mirá!

Un partido para el olvido en todo sentido. Mucho se puede hablar del robo que provocó Mauro Vigliano el sábado por la noche, cuando Racing venció 1 a 0 a Independiente por la novena fecha. Sin embargo, si se puntualiza en el funcionamiento del equipo, el conjunto de Falcioni dejó mucho que desear.

Los once que estuvieron de entrada, salvo una excepción como la de Arregui, jugaron un muy mal partido. Sin creatividad, dinámica, ni velocidad para lastimar al clásico de toda la vida. Es una pena que Independiente venga de mayor a menor en cuanto al rendimiento colectivo.

Pero uno de los puntos que más preocupa, más allá de lo mencionado, es la falta de respuesta rápida de los tres futbolistas que entraron. Se podrá discutir si estuvieron mal, pero lo cierto es que Piccoli buscó soluciones en Juan Pacchini, Alan Velasco y Jonathan Herrera, y no las encontró.

El volante central Pacchini,  ingresó para suplir la baja de Lucas González, para otorgarle mayor equilibrio al equipo junto a un Arregui fundido físiciamente. Sin embargo, fue todo lo contrario. No le dio seguridad, ni estabilidad al equipo en un momento donde la necesitaba.

Y en cuanto a Velasco y Herrera, no significaron un peso para la defensa rival. Entraron en la misma sintonía que todo el equipo. Sin ganas, estáticos, solitarios. No hubieron conexiones. Preocupante.

Esperemos que cuando se recuperen las bajas que sufrió este equipo por el Covid-19, esto repunte y vuelva a ser un equipo serio ni apático, donde todos los rivales lo respetaban. El fin de semana no se vio. Habrá que cambiar varias cosas.

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