En años donde el contexto y la cotidianidad eran completamente distintas, Independiente marcó huella en lo social, creando un antes y un después al hacer algo por el cupo femenino de hinchas.
Así como todo en la vida avanza, donde las costumbres que hace unos años eran comunes se van poniendo en jaque, pasa lo mismo con los modismos de otros años, en los que la mujer se fue ganando su merecido lugar en un mundo que por demás siempre fue machista. Lo propio ocurrió con el futbol, en el que Independiente marcó un precedente digno de enorgullecerse.
El futbol era un deporte socialmente aceptado para los hombres, en el que el Rojo decidió transgredir ese paradigma en 1929, más precisamente el 15 de febrero. Allí, el Rey de Copas abrió la inscripción de socias mujeres en el club, dándole la posibilidad de disfrutar de todas las disciplinas del club y siendo la primera institución de Argentina en llevar adelante esto.
Cabe remarcar, por citar un caso, que la mujer recién pudo votar a las autoridades políticas que representen al país 22 años después. Sin dudas, el Rey de Copas marcó un antes y un después al romper con esos tontos parámetros creados por unos pocos, llegando el cupo femenino en la primera instancia a escalar a 76 socias.
Por su parte, el club abriría un sector en la cancha que sería íntegramente para las mujeres, conocido como Sector Damas, el cual vivió la gloría del club, en un estadio que tan solo un año atrás, 1928, se había inaugurado y daba otra prueba de que el club se encontraba en su apogeo institucional.
