En su debut en el Libertadores de América – Ricardo Enrique Bochini, el Rojo perdió 1-0 con Gimnasia.
Partido parejo, complicado, el de Independiente en Avellaneda. Recibía a Gimnasia con el objetivo de darle una victoria en casa a la gente, y nada de eso pasó. No fue inferior, pero por un horror de Felipe Aguilar, cayó 1-0.
De arranque, el cotejo fue trabado. El Rojo quería jugar rápido y fácil, pero no tenía circulación y le costaba llegar. El Lobo se limitaba a cortar en el medio y esperar que alguna le quede. La primera clara fue para el local con un remate de Gabriel Neves, pero Nelson Insfrán se lució y la envió al córner.
El partido siguió su rumbo, y nada hacía sospechar un gol de algún lado. Independiente se mostraba más ambicioso, pero no llegaba. El Tripero estaba al acecho, hasta que se le dio. A los 27 minutos, Aguilar regaló una pelota en defensa y dejó solo a Rodrigo Saravia, que definió suave y puso el 1-0. Baldazo de agua fría.
Para el complemento, Carlos Tevez pateó el tablero. Sacó a Matías Giménez Rojas y Santiago Toloza para hacer ingresar a Alexis Canelo y Alexis Luna. De entrada, fue más punzante, pero falló en los últimos metros. Ayrton Costa casi lo empata, pero enganchó innecesariamente y dio tiempo para que la defensa rival se acomode.
Y para colmo de males, llegó la peor noticia a los 26 de la segunda parte. Independiente no encontraba el rumbo, y el Apache intentó con el ingreso de Javier Ruiz. Sin embargo, el joven futbolista le propinó un planchazo a Pablo De Blasis y, por medio del VAR, Sebastián Zunino lo expulsó. Con diez hombres el Rojo.
Así, los minutos fueron pasando hasta que Sebastián Zunino pitó el final. Una vez que se consumó la derrota, el Diablo perdió oficialmente el invicto. Con actitud, pero sin juego, los dirigidos por Tevez no estuvieron a la altura y cayeron por primera vez en la Copa de la Liga. Hay muchas cosas por corregir, y urge que así sea si el Rey de Copas quiere aspirar a salir campeón.
Foto: ph.arita