Luego de la victoria que devolvió a Independiente a su hábitat natural Federico Insúa y Sebastián Penco respondieron a los periodistas en el campo de juego. Dos de los jugadores que debieron esperar su momento para figurar en el primer equipo y volverse estandartes de la remontada final, mostraron su alivio y felicidad.
Primero el Pocho, el jugador más apuntado del segundo semestre de Independiente, contestó respecto al grupo: “Hoy recalcábamos lo importante que fueron los de afuera, los chicos a los que no les tocó jugar tanto y cómo apoyaban a los que sí jugaban. Acá no hubo ningún ego. Se consiguió el objetivo. Cuando nadie creía en nosotros, más nos unimos, más fuerza hicimos y más nos quisimos. No quería que sea de esa manera, pero que se aprenda de esa experiencia”.
Respecto a la penosa realidad en la que está sumergida el club, el Pocho declaró: “Es un desahogo impresionante. Pasamos muchas cosas, por eso, ojalá que todo mejore. Sobre todo institucionalmente. Nosotros aportamos lo nuestro e hicimos lo que teníamos que hacer, porque era nuestra obligación, pero nunca nos quejamos de nada ni pedimos nada. Esperemos que las cosas se empiecen a hacer de otra manera”.
Además, Insúa demostró su sentimiento por el Rojo y dejó un mensaje final: “Es una de las cosas más lindas que me pasó en mi carrera. Volví para esto. Hoy no tenía duda de que ascendíamos. Era una final y nosotros estamos acostumbrados a jugar estos partidos. Yo sabía a dónde venía y el momento político que estaba viviendo el club, pero quería venir y ascender, y este equipo lo logró. Me quedo acá, tengo un año más de contrato”.
Por su parte, el goleador y batallador de la remontada final, Sebastián Penco, dijo entre sonrisas: “Estoy muy contento por esto. Toda la gente alentando y nuestras familias se merecían esta alegría. Siempre hice el esfuerzo por el sacrificio final que era el ascenso. Luchamos cuando vinimos en junio para lograr un objetivo que hoy se cumplió de la mejor manera”.
