Emiliano Rigoni puso el 2-0 al capturar un rebote de un zapatazo de Ezequiel Barco y cerró el partido.
A los 20 minutos del segundo tiempo, Barco disparó con fuerza desde afuera del área y le rompió el travesaño a Matías Fidel Castro. Instantáneamente la pelota cayó en los pies del cordobés que fusiló al arquero local y decretó el 2-0 para el Rojo.