El domingo 19 de septiembre de 2004 Independiente derrotó 2-1 a Boca por la fecha 6 del Torneo Apertura. Esa tarde, el Xeneize arrancó ganando, pero Federico Insúa se cargó el equipo al hombro y lo dió vuelta.
Varias son las historias que rodean a los duelos Clásicos, y todas ellas se recuerdan aún más cada vez que se está por jugar una nueva edición. En este caso se puede hablar de un Independiente que no gustaba, pero que tuvo en Federico Insúa la llave para derrotar al Boca dirigido, entonces, por Miguel Brindisi.
Aquella tarde el Xeneize arrancó ganando con un gol de Neri Cardozo y todo parecía indicar que se iba a llevar los tres puntos de la Doble Visera. Sin embargo, en el complemento, el Pocho hizo absolutamente todo bien y revirtió el resultado.
Primero, a los 2 minutos de iniciada la segunda parte, Insúa aprovechó un gran pase que lo dejó mano a mano con Roberto Abbondanzieri y definió de zurda junto al palo. Después, a los 22, el volante recibió la pelota, enganchó para adelante y lo talaron de atrás. Con la calidad que lo distinguió siempre, cruzó la pelota con un fuerte zurdazo y venció la resistencia del Pato.
El encuentro, que además contó con las expulsiones de Jairo Castillo y Sebastián Carrizo para Independiente, y de Raúl Cascini y Diego Cagna para Boca, terminó 2-1. Esa tarde Insúa sentenció lo que hasta hoy se recuerda como el último triunfo del Rojo en Avellaneda frente al Xeneize.
