Serán 1500 los kilómetros que tenés que hacer pensando en traerte tres puntos, en lograr otro triunfo que retumbe y te acerque a la cima. Serán 1500 kilómetros donde tu meta tiene que ser un triunfo, no sumar, sino ganar. Y todos sentimos que podés, Rojo de mi vida, tenés que demostrarles y demostrarte que lo de Boca no fue un espejismo, que ahora es una nueva etapa, una nueva ilusión está en marcha: sí, la de pelear el campeonato. Y lo tenés que hacer con la frente en alto, con las piernas firmes, con el corazón en la mano y el alma radiante. Con la mente fresca, con ese fuego sagarado que te marca la historia del club.
Tantas veces te lo pedimos, Rojo de mi corazón, que ahora, después de demostrarnos que se te fue la amnesia de los clásicos, tiramos todos para el mismo lado: porque todos queremos un campeonato, pero también queremos que des todo por ésta camiseta, la que nos inculcaron a amar de pequeños, la que respetamos más que a nuestra vieja, la que sentimos dentro, la que nos da orgullo por solo llevarla pegada a la piel, por la que daríamos la vida. Así lo tenés que entender.
Andá a Jujuy, jugalo como un hincha, con los dientes apretados, y estoy seguro que: serán otros 1500 kilómetros de viaje, pero con el placer y el regodeo de saber que cumpliste, de que te volvés a Avellaneda con los tres puntos y el inmenso deleite de haberle cumplido a esa masa que jamás te abandonar y que, inconmensurablemente, poné toda su ilusión en vos.
Y que desde las 19 del viernes todos podamos levantar los puños y gritar bien fuerte: “Vamos Rojo, carajo!”. Dale Rojo, dale que éste es el momento de demostrar que estás de vuelta, que el gigante se despertó y está otra vez entre nosotros…
Lucas Sawczuk para Infiernorojo
