En su libro “Sergio Kun Agüero”, el ex Independiente cuenta sus vivencias y en una de las lineas recuerda lo que fue su única expulsión en el club, una historia que lo tiene como protagonista tanto a él como a Lucas Pusineri ¡No te la podes perder!
Sergio Agüero debutó en Independiente en el año 2003 con 15 años pero sus mejores actuaciones en Independiente se vieron entre el 2005 y 2006, donde despejó todo tipo de dudas acerca de que ese joven talento iba a dar que hablar en el mundo del futbol. En la primera del Rey de Copas coincidió con Lucas Pusineri, actual entrenador del club y con quién lleva una gran relación de amistad. A la hora de hablar de Pusi dejó una anécdota que explica como debe comportarse un profesional.
“Recuerdo que el que me marcaba, German Basualdo, se la pasó pegándome todo el partido. Yo nunca reaccionaba ante las patadas. Ese día me tuvo loco desde el comienzo. De entrada me hizo un penal que Frutos convirtió en gol. Cada vez que tocaba la pelota, me insultaba o me escupía”, comienza narrando Agüero ante lo que fue ese partido en el que Independiente venció por 1-0 a Tiro Federal.
Y continuó con su relato: “En un momento no aguanté más y le devolví los insultos. El juez de línea nos vio y nos dijo que nos tranquilizáramos, Falcioni se dio cuenta de lo que estaba pasando y optó por reemplazarme para evitar la expulsión. Cuando ya me estaba yendo, otra vez Basualdo me empezó a insultar, me decía que era un maricón y que me iba por miedoso“, y sumó al recordar lo que desencadenó su expulsión: “Yo estaba re caliente, lo encaré y lo empuje, aunque sin mucha fuerza. Hizo teatro, se tiró y Juan Pablo Pompei, me expulsó. Me fui más caliente todavía”.
Por su parte, en el final contó que le marcó el entrenador actual y que gesto tuvo Lucas Pusineri, quien era capitán del equipo: “Falcioni me dijo que me tenía que servir de lección que debía aprender a no entrar en el juego del rival. Todavía me acuerdo de las palabras de Pusineri, me dijo ‘Te dije, pendejo, que cada vez que algún rival te moleste me avises a mí’, Lucas siempre me protegía. Incluso esa noche le tocó el antidoping a él y a Basualdo, me contaron que se lo quería comer”.
