Ante el peor River de la historia, este triste Independiente perdió 1-0, con gol de Radamel Falcao García, y se hunde en la tabla de posiciones: ya está antepenúltimo, dos puntos por encima del “Millonario” y Godoy Cruz.
En un momento como éste sobran las palabras, los análisis están de más. La tristeza que genera ver a Independiente nubla la visión y genera un profundo dolor que llena de pesimismo hasta al más optimista seguidor del Diablo. ¿Que se estrena el estadio? No alcanza. ¿Para qué? ¿Para ver a este equipo? Las cosas así no van, no están funcionando bien.
Hoy la defensa fue un desastre. Ricardo Moreira, Damián Ledesma, Guillermo Rodríguez y Lucas Mareque hicieron agua por todos lados y si no hubiera sido por Fabián Assmann, este limitadísimo River hubiera ganado por un margen mucho más amplio.
El resto, salvo Daniel Montenegro y escasas apariciones del voluntarioso Leonel Ríos, causó dolor de ojos. Es notorio que muchos, además de ser limitados, están mareados, desorientados, no saben a qué jugar. Así, con este panorama, los hinchas lo que no sabemos es cuándo se va a terminar este oscuro presente.
Pero la culpa no es exclusiva de los jugadores ni mucho menos del DT. Acá hay alguien que los trae, que los compra, que nutre a un club grande como Independiente con futbolistas que son suplentes en equipos chicos o que no juegan hace rato, apostando a vaya saber uno qué. Ojalá que el panorama se aclare de una vez, sino vamos a terminar en la lucha con los vecinos…
