Independiente quedó eliminado de la Copa Argentina y sigue sin poder romper alcanzar las semifinales de la competencia.
El Rey de Copas aún no le encuentra antídoto a su punto débil. La Copa Argentina, una vez más, le resulta esquiva a Independiente, quien cayó 1-0 frente a Vélez y quedó eliminado en los cuartos de final, instancia que parece ser su karma. El Rojo se quedó a las puertas de alcanzar las semifinales de la competencia por primera vez en su historia y, como consecuencia paralela, estirará al menos por un año más si fantasía por conquistarla.
El destino parece tener escrito que Independiente y la Copa Argentina no pueden ir de la mano. El Diablo se quedó a un paso de romper la pared de los cuartos de final. Y más allá de la reciente eliminación, como el hecho de dejar pasar la oportunidad de levantar un nuevo trofeo y clasificarse a la Copa Libertadores, el sabor a mal gusto se agiganta aún más al tratarse de un torneo que en la última década supo brindarle más desgracias que alegrías al hincha Diablo, a la vez que aumenta la inquietud y presión en cada edición que se disputa.
Al nunca haber llegado al partido previo a la final, por inercia se comprende que el Rojo nunca pudo acceder a instancias de semifinales. La caída contra el Fortín representó la tercera eliminación en cuartos de final, siendo las derrotas frente a Talleres (4-2 en penales) en 2022 y frente a Lanús (2-0) en 2019.
El año pasado, Independiente tuvo un desempeño que no le valió ni para acceder a cuartos. Quedó eliminado ante Estudiantes de La Plata en el Estadio Malvinas Argentina de Mendoza, a través de los penales.
A pesar que las semifinales se tornan una instancia que hasta resulta paradójico que el Rey de Copas no pudo alcanzar en las 14 ediciones que se llevan disputadas desde la restauración de la Copa Argentina, la estadística estremece más al señalar que la instancia donde más veces fue eliminado el Rojo es en 16avos de final, con un total de seis oportunidades.
Puros antecedentes que avalan la teoría de la Copa maldita, para quien ahora el Diablo está obligado a acumular nuevamente fuerzas en 2025, para ver si de una vez por todas cumple con su misión de hallar el hechizo que modifique el paradigma.