Con el triunfo ante Central Córdoba en Santiago del Estero, Independiente consiguió una buena marca tras tres años. ¡Mirá!
(AP)
La racha inició el 8 de marzo del corriente año y fueron tres victorias seguidas en el Libertadores de América: 3-0 ante Central Córdoba por la última jornada de la Superliga, 1-0 ante Vélez por la primer jornada de la Copa de la Superliga y 1-0 ante Atlético Tucumán por la Conmebol Sudamericana. La cuarta, hace unas horas, en Santiago del Estero, por la Copa de la Liga Profesional. Esto no se daba desde el 2017. ¡Recordá con InfiernoRojo la última vez que ocurrió esto!
La última cosecha comenzó el 25 de noviembre del 2017, en aquel recordado Clásico de Avellaneda. En aquella ocasión, Independiente visitó al rival de toda la vida en el Cilindro, con un equipo plagado de suplentes, ya que la mirada estaba puesta en la revancha de semifinal de la Conmebol Sudamericana ante Libertad de Paraguay, donde perdió 1-0 en el encuentro de ida. ¿El desenlace? ¡El de siempre! Victoria por 1-0 con gol de Leandro Fernández, con el condimento especial de haber jugado con uno menos durante gran parte del derby, con Damián Albil en jogging y frente a los titulares de un conjunto académico que venía golpeado. Días después, Diego Cocca renunció a su cargo.
25 11 17 Racing vs Independiente Foto: German García Adrasti
Tres días más tarde, la racha se estiró a dos partidos, en una noche que serán de las más importantes de los últimos tiempos: Independiente volvió a una final de copa internacional tras siete años, con un descenso a segunda división de por medio. Aquel partido inolvidable tuvo lugar en un colmado Libertadores de América, que albergó el contundente 3-1 del Rojo frente a Libertad, con goles de Esequiel Barco y Emmanuel Gigliotti. El segundo tiempo fue para el infarto -sobre todo con el tiro libre de Santiago Salcedo, pero la clasificación a la final de la Copa Sudamericana, había sido justa.
El tercer encuentro al hilo, se dio ocho días después. La comisión directiva postergó su partido frente a Rosario Central por la Superliga -que iba a jugarse un sábado 2 de diciembre-, para que el equipo se prepare para la primer final de la Conmebol Sudamericana frente a Flamengo de Brasil. Aquella noche del miércoles 6 de dicho mes, Independiente recibió al Mengao en un Libertadores de América nuevamente, explotado de almas rojas. Pese a que los brasileños eran mas individualmente, la colectividad extraordinaria del equipo que dirigía Ariel Holan fue avasallante. Un merecido 2-1, con tantos de Emmanuel Gigliotti y Maximiliano Meza, que dejaron la ilusión de dar el mítico Maracanazo una semana más tarde y adjudicarse con la decimoséptima estrella internacional.
Finalmente, el cuarto triunfo consecutivo, se dio el sábado 9 de diciembre frente a Arsenal de Sarandí, en el Julio Humberto Grondona, por la duodécima jornada de la Superliga, que marcó el cierre de la primera rueda. Nuevamente, Ariel Holan decidió apostar por un equipo plagado de suplentes, con la mente enfocada en la gran final en el Maracaná. Y una vez más, el gran juego asociado de Independiente volvió a hablar en la cancha: victoria 2-1 frente al Arse, sobre el final del partido. ¿La frutilla del postre? el glorioso Maracanazo frente al Flamengo. El 1-1 le dio al Orgullo Nacional la estrella número 17, que quedará en la historia no solo por el escenario, si no por el increíble año futbolístico del club, que fue de lo mejor del continente junto al Gremio.
