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La historia detrás de la Copa Interamericana
Independiente la conquistó tres veces consecutivas. ¡Reviví una parte de la rica historia del Rey de Copas!
Desde 1969 hasta 1998, la Copa Interamericana fue el aperitivo para los campeones de la Copa Libertadores de América. Se trató de un competición oficial a nivel internacional en la que se enfrentaba el ganador de CONMEBOL con el de de la Copa de Campeones de la CONCACAF.
Al igual que en la Libertadores y en la Sudamericana, el conjunto con más títulos es Independiente, con 3. Las obtuvo en 1973, 1974 y 1976; correspondientes a las Copas Libertadores obtenidas en dichas temporadas.
La primera que obtuvo el Rey de Copas fue ante Olimpia de Honduras, jugando los dos partidos en condición de visitante. El primero lo ganó 2-1 en el Estadio Francisco Morazán, San Pedro Sula y el segundo encuentro por 2-0 en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. En el 73 el Rojo consiguió la triple corona: Libertadores, Intercontinental e Interamericana.
En la segunda enfrentó a Municipal de Guatemala y la serie fue muchísimo más pareja. Después de dos 1-1 -ambos en el Estadio Mateo Flores de Guatemala- el Orgullo Nacional se quedó con el trofeo ganando 4-2 por penales.
Ya la tercera se jugó ante el Atlético Español de México -hoy Necaxa– en terreno neutral. Los dos encuentros se jugaron en el Estadio Olímpico de Caracas, Venezuela y después de un 2-2 en la ida y un 0-0 en la vuelta, el equipo de Avellaneda salió campeón al vencer por 4-2 en los penales.
El formato de juego del torneo varió de acuerdo a cada edición. En algunas ediciones el torneo se definió en un único partido y en otras en partidos de ida y vuelta, y de las veces que se definió en partidos de ida y vuelta en algunas ocasiones se definían por puntos y en otras ocasiones por diferencia de goles. En algunas ediciones, sólo jugaban los campeones del año pasado, en otras ediciones sólo jugaban los campeones del mismo año, y en otras ediciones jugaban los campeones del año antepasado.
El torneo tampoco tuvo un intervalo fijo de tiempo, ya que no siempre se jugaba cada año (algunas se veces jugaba cada 2 años, otras veces cada 3 años, y otras veces cada 5 años). En algunas ediciones, el campeón de la Copa Libertadores declinó jugar la Copa Interamericana, por lo que su lugar fue ocupado por el subcampeón de la Copa Libertadores. La falta de interés por parte de los clubes de CONMEBOL finalizó con la competición.
