Eduardo Domínguez fue contundente y sus dichos pusieron en peligro una idea que tenía la dirigencia para cerrar refuerzos.
El jueves por la tarde Eduardo Domínguez brindó declaraciones en conferencia de prensa, como en otras ocasiones el entrenador atendió a la prensa y dejó en claro algunos conceptos, poniendo el foco en uno que rápidamente comenzó a resonar por la contundencia de su postura. El mismo fue tajante ante la pregunta por Iván Marcone.
Al hablar del jugador que se encuentra en el Elche, disparó: “Yo cuando quise ir a un club, fui. Me bajé cinco veces el sueldo y fui a jugar al club que tenía ganas. Hace mucho que se habla de Marcone. Sabemos del sentido de pertenencia que tiene con el club”, estás palabras que causaron sorpresa, también pusieron en peligro el plan que tenía la comisión directiva en este libro de pases, con un nombre en común el de Christian Bragarnik.
Es sabido que el representante es el dueño total y tiene una amplia agenda de futbolistas. Ante esto y sumergida en urgencias que le complican amarrar refuerzos, la directiva analizaba entablar contactos con él y poder cerrar algunas incorporaciones de su escudería, en charlas que venían avanzadas; todo esto pende de un hilo tras lo dicho el jueves por la noche.
Por si quedaban dudas de que el agente, que tiene bajo su órbita a Marcone, no se tomó bien los dichos del entrenador, se encargó de aclararlo en charla con radio La Red: “Fue un comentario desacertado de Domínguez. No conoce a Marcone y no coincido en su apreciación”.
De esta manera, todo lo que venía siendo un entretejido en una idea de cerrar futbolistas bajo la mano del representante pende de un hilo, en una postura del entrenador que puede ser leída como un desatino o algo hecho adrede ante un desinterés en contar con nombres que son solo de su escudería.
