Sebastián Penco marcó el gol del triunfo y, tal como sucedió ante Ferro, le dio un respiro grande al plantel para seguir pensando en que el objetivo se puede dar. “No hay margen de error”, aseguró.
Llegó y desde el principio tuvo que remarla bien de abajo. Tuvo que luchar contra algunas lesiones que lo tuvieron a mal traer. Su rendimiento, al igual que el del resto del plantel, es malo sobre todo en esta segunda etapa de la Temporada. Sin embargo, Penco es uno de esos pocos, que pese a sus limitaciones se lo nota con ganas de revertir la situación.
Así es que con la cabeza rota sigue buscando en el área rival ese amor que siente por el gol. Hay que destacar que ha marcado tantos importantes o ha estado ahí, como contra Sportivo Belgrano cuando le cometieron el penal para el 3-2 final. Y, con el magro rendimiento de Cristian Menéndez, las dudas que rodean constantemente a Adrián Fernández y las lesiones de Facundo Parra asoma como el eje central y único del ataque Rojo.
Este lunes en Pergamino pudo volver a convertir. En el primer tiempo la pasó mal y en el segundo se lo notaba perdido. Es que el equipo estaba muy atrás y él no siente la función de salir del área a buscar la pelota.
Al ingresar Federico Insúa y Matías Pisano cumplieron la función de nexo y Penco se dedicó a estar en el área. Así fue que en el gol del empate del Pocho participó de la jugada y fue el autor del segundo gol cuando aprovechó el centro pasado del Enano entrando por el segundo palo.
Tras el encuentro el delantero manifestó: “No hay margen error. Hoy dimos un gran paso hacia al ascenso. La cuestión anímica ayuda a la futbolística. Lo anímico te lleva a estar bien, a pedirla a crear situaciones de gol y eso es lo que hicimos hoy”.
