Tras un primer tiempo flojo, Independiente lo pasó por encima a Peñarol en el complemento y le ganó 3-0, por el Grupo 8 de la Copa Santander Libertadores. Facundo Parra, Cristian Pellerano y Andrés Silvera marcaron para el Rojo, que pese a contar con varios suplentes, en el segundo período jugó bárbaro. Así sí…
La copa, definitivamente, es otra cosa para Independiente. Con varios de los que el fin de semana pasado tuvieron una producción muy mala ante Argentinos, hoy el Rojo aplastó a un Peñarol aguerrido y comenzó con muy buen pie la Libertadores 2011.
Los primeros 45 minutos fueron deslucidos. Independiente tuvo un poco más la pelota que su rival y dispuso de un par de chances para abrir el marcador, pero careció de peso ofensivo y el tanteador se mantuvo en cero. Peñarol propuso poco y nada y apenas pisó el área del Rojo.
El equipo del Turco, con un Patito activo tirado a la izquierda y un Gracián participativo, comenzó dominando y monopolizando el balón, pero a medida que se iba acercando al área rival, se diluía. Parra salía muy lejos y, las pocas que recibía, las perdía, por lo que Carini, al igual que Hilario, sólo observaba.
Recién a los 18 llegó el Rojo con un centro de corner que Galeano no llegó a conectar cuando andaba dando vueltas por el área y a los 33, con un remate de Defederico tras sacarse a un hombre de encima que se fue por encima del arco, volvió a inquietar el conjunto local. Nada más.
Peñarol, con un planteo amarrete, no generó casi nada de fútbol, sólo se defendió (bien) y esperó que Pacheco y Olivera se la arreglaran con algún pelotazo. Y sobre el final el primero dispuso de un remate desde dentro del área que se fue muy por encima del travesaño. Pobreza absoluta los primeros 45 minutos.
El segundo tiempo fue totalmente otra historia. Independiente salió con otra actitud y lo avasalló al Carbonero de principio a fin. Y rápido se puso en ventaja: apenas a los dos minutos Facundo Parra culminó una gran jugada entre Tuzzio, Pellerano, Gracián y Patito, quien lo asistió de manera magistral.
A partir del gol se vio lo mejor de Independiente. Desde los pies de un encendidísimo Gracián, el Rojo lo metió a Peñarol contra su arco y no logró aumentar en ese momento por la mala fortuna: le sacaron un disparo al Tano sobre la línea, Parra definió displicente pero se la taparon y después, en contra, casi la mete un defensor manya.
Y a los 70 llegaría el merecido segundo gol: corner, Galeano que remata, rebote y desde afuera del área Pellerano, con un remate fortísimo, le rompió el arco a Fabián Carini para poner el tranquilizador 2-0. Y habría tiempo para más, porque Silvera, quien había ingresado y le habían sacado una sobre la línea, le puso cifras definitivas ajusticiando a Carini.
Jugando como lo hizo en el segundo tiempo, Independiente puede soñar con lo máximo. Hubo juego, actitud, contundencia… el Rojo copero le tiró toda la chapa encima a un pobrísimo Peñarol y despertó la ilusión. Ahora, a repetir el domingo ante River…
IMPRESIONANTE COBERTURA EN INFIERNOROJO:
Mohamed: “El domingo tenemos que ganar”
Battión: “No tenemos titulares y suplentes”
Defederico: “Jugamos al mismo ritmo los dos tiempos”
Noche caliente: los incidentes post partido
El Libertadores de América, inexpugnable
Pellerano: “Fue el combo perfecto”
Parra: “El que se desubica es él”