Este Independiente sufre el clima de su gente cuando hace de local y el rendimiento decae cuando es visitante.
Es un semestre demasiado irregular para el Independiente de Sebastián Beccacece. El Rojo no la ha pasado bien en los últimos cotejos que disputó en el Estadio Libertadores de América, ya que el público exigió un nivel de juego más elevado. Sin embargo, estadísticamente tuvo frutos en casa: ganó cuatro encuentros y empató uno; por lo general, siendo superior al rival.
El problema aparente es de visitante, donde es comprobable que el bajón pronunciado en el rendimiento. Salvo tramos aislados, al Diablo no le han salido las cosas afuera de Avellaneda. De hecho, los números fríos demuestran que conquistó dos, no empató y cayó en cinco.
Le ganó por 1-0 a Defensa y Justicia y a Atlético Tucumán; en ninguno de los dos partidos llenó los ojos con un estilo apetecible. Después fueron todas derrotas, contra Universidad Católica 2-3, Independiente del Valle 0-1, Estudiantes de La Plata 0-3, Patronato 0-1 y 0-2 ante Vélez. Le metieron 10 goles y sólo convirtió 4.
Como neutral tuvo dos juegos de Copa Argentina y en ambos salió victorioso por la mínima, contra el Halcón y contra el Patrón. ¡Muy intermitente!