Independiente perdió con la Fragata y es un barco a la deriva. No juega a nada, sigue perdiendo con equipos ignotos y no tiene jugadores de jerarquía para ascender. El club sigue comandado por un presidente que no tiene apoyo interno, ni peso en AFA y que trajo jugadores de la “B” para ascender. Así es imposible, que ¡Dios nos ayude!