El Rojo le ganó a Tigre 1-0 por la fecha número 7 del Clausura 2010. El gol del Cuqui Silvera le permitía al equipo prenderse en el torneo con 14 puntos. Hoy la cosa es distinta.
“Eran otros tiempos, era otra la historia”, sonaba en una publicidad recordada en la antesala a un Mundial. Tranquilamente se puede ajustar a esta realidad de Independiente en comparación con el último triunfo en tierras del Matador de Victoria.
Corrían 12 minutos del segundo tiempo, Caruso Lombardi se quejaba de todo en el banco de suplentes del local y el Rojo comenzaba a atacar. ¿Sus armas? Gracián, Silvera y Piatti. Claro, entre ellos armaron el gol de la diferencia, el del triunfo en casa de Tigre.
Gracián tomó la pelota casi en mitad de cancha, recostado levemente en el sector izquierdo del ataque de Independiente. Levantó la cabeza y lo vio a Piatti. Le dio el pase y todas las miradas pasaron para Nacho. El ex Gimnasia se metió en el área, desbordó y habilitó a Silvera. De ahí en más, ustedes imaginarán. El Cuqui tomó la pelota y sin ninguna resistencia empujó a la red.
Ese gol fue el que marcó el último triunfo del Rojo ante Tigre como visitante. El último encuentro en Victoria, entre ambo fue igualdad en cero. Este domingo se escribirá otro capítulo.
