Independiente derrotó 2-0 a Argentinos por la Copa Maradona y en InfiernoRojo te contamos por qué.
Recuperación rápida y entrada al partido: Independiente había empezado mal, con un rendimiento flojísimo y serias pérdidas del mediocampo para atrás. Sin embargo, promediando los diez minutos, Carlos Benavídez tomó las riendas y, junto con otros buenos rendimientos como los de Alan Velasco y Andrés Roa, el Rojo le plantó cara a Argentinos y hasta logró generar más y mejores chances de gol.
Apertura del marcador en el mejor momento: El Rey de Copas no era descollante, pero estaba mejor que el Bicho y así se notaba en la cancha, aunque le faltaba traducirlo en el marcador. A los 24 minutos, una buena jugada entre Jonathan Menéndez y Roa (con algo de suerte) culminó en los pies del ex Talleres, quien no perdonó y definió fuerte al segundo palo para poner arriba al Diablo. Una definición similar al tanto que ya había hecho contra Colón.
Idea firme pese a la adversidad: Independiente sufrió la lesión de Benavídez que era uno de los mejores en la cancha, y su juego se vio deteriorado. Pese a esto, no renunció a lo que venía mostrando e intentó seguir la misma línea de juego. En esta instancia, vale destacar, Lucas Pusineri no erró con los cambios, algo que se venía repitiendo en los partidos anteriores.
Otro gol en el momento menos pensado: En el complemento, el encuentro fue más chato y parejo. Argentinos había tomado las riendas con el dominio del mediocampo, pero no preocupaba. En una mala salida, Andrés Roa presionó bien y, luego de una pequeña sucesión de pases, la pelota le quedó a Alan Velasco. Mano a mano con Lucas Chaves, la Joya no falló y liquidó el pleito.
