Independiente derrotó 1-0 a Fénix y avanzó de ronda en la Copa Sudamericana. En InfiernoRojo te contamos los motivos.
Resultado global tranquilizador: Si bien Lucas Pusineri dejó en claro que la serie no estaba definida, se notó un Independiente calmo, relajado. El equipo no se desesperaba, sino que tocaba y hacía correr la pelota para abrir la cancha y generar las grietas en la defensa rival. De esta forma, de hecho, llegó el gol de Silvio Romero luego de un excelente pase filtrado de Federico Martínez.
Expulsión de Fernando Souza: No se puede decir que fue vital para ganar la serie, porque la realidad es que el Rojo ya ganaba 5-1 en el global y nada invitaba a imaginar una remontada de Fénix. Sin embargo, a partir de la tarjeta roja de Souza, el local empezó a distribuir con más libertad la pelota y llegar con más profundidad. El elenco uruguayo, por su parte, dejó de atacar al arco de Milton Álvarez.
Gran conexión en el mediocampo: Si hubo un punto alto en el partido, ese fue Pablo Hernández. Es cierto que Alan Velasco y Federico Martínez estuvieron muy activos, y que Silvio Romero supo aprovechar la más clara que tuvo, pero el tucumano se hizo cargo de la pelota y sirvió de nexo para que el ataque funcione a la perfección, con fluidez. En el complemento, siendo uno más, se animó con pases filtrados y remates al arco. Cuando Hernández está fino, el equipo lo siente gratamente.
