Independiente venció a Deportivo Lara en Avellaneda y con ese resultado selló su clasificación a los Octavos de Final de la Copa Libertadores. Aquí, las últimas claves del semestre.
Orden y cautela: Independiente planteó un partido sereno e inteligente, sin dejarse desdoblar por la obligación de convertir un gol. Y pese al nerviosismo y ansiedad de la gente, lo cierto es que en todo momento se lo vio ordenado y prolijo. Clave para construir un triunfo.
Tenencia constructiva: A partir del orden descripto en el punto anterior, el Rojo hizo un monopolio de la pelota, pero para nada abusivo. Por el contrario, la tenencia se volvió constructiva, lo que le permitió ir generando situaciones de gol y acorralando al rival.
Gol y el partido de Millonarios en cero: Fue fundamental que la apertura del marcador de Independiente llegue antes que un eventual gol de los colombianos en Brasil, que finalmente terminó llegando. Si hubiese caído la noticia de un tanto de Millonarios con el partido empatado, hubiese impactado de lleno en la impaciencia de la gente y en la ansiedad de los jugadores.
Rendimientos explosivos y mejoría de los refuerzos: Clave para marcar la diferencia con el dominio garantizado. Martín Benítez volvió a demostrar que tiene un nivel infernal, y Maximiliano Meza no se guardó nada pese a estar a menos de un mes de jugar el mundial. A Fernando Gaibor se lo vio más participativo, tanto en la marca como en los avances, y eso es buen síntoma.
La expulsión: Cuando Daniel Carrillo vio la roja, casi que brotó una sensación de partido terminado. Deportivo Lara se desmoronó y el segundo gol del Rojo quedó al caer. Fundamental para evitar sobresaltos en el final.
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