Independiente perdió tres puntos que tranquilamente podrían haberse quedado en Avellaneda, y en InfiernoRojo analizamos las claves del resultado final.
Baja efectividad: Es cierto que Independiente no jugó bien. Pero fue más que Lanús, y si había que inclinar la balanza por uno u otro, el Rojo era el merecedor. Pero no metió las que tuvo, un mal que se está haciendo repetitivo.
La rotación: Sin dudas fue un valor importante para que el equipo de Ariel Holan no tenga el rendimiento habitual. Faltaron las fichas clave y se vio un equipo diluido en ataque.
Fallas infantiles: Si queda un solo minuto de juego, tenés tres corners a favor, y los tres los hacés cortos o al primer palo, algo no anda bien. No puede suceder. No puede.
Sin individualidades: Siempre insistimos que en esos partidos donde el equipo no rinde o no se luce, tiene que aparecer un jugador que haga la diferencia con sus condiciones individuales. En este partido no apareció tal jugador.
Mala suerte: Bueno, también fue un factor que tuvo su fuerza. Justo una contra bien ejecutada, con un minuto extra que había dado Espinoza y todo el equipo en ataque; más el plus del penal. De cien partidos, te pasa en uno…
