Independiente le ganó 1-0 a Gimnasia de La Plata por la tercera fecha de la Copa de la Liga, y en InfiernoRojo te contamos por qué.
Defensa en alza: Independiente no sufrió ante Gimnasia. Si bien le costó en la generación del juego por varios tramos del cotejo, la defensa tuvo una buena participación, y el Lobo casi no pudo preocupar a Sebastián Sosa. Aún así, las pocas veces que lo logró, el uruguayo respondió muy bien. Probablemente lo mejor del equipo.
Mediocampo inconexo: El elenco platense no fue un gran rival, pero al Rojo le costó mucho doblegarlo. Durante el primer tiempo, el Diablo no tuvo juego en la mitad de la cancha, y todas las pelotas que conseguía, terminaban en los pies del rival. Con el ingreso de Lucas González, el Orgullo Nacional mejoró en ese aspecto, pero regaló 45 minutos de forma innecesaria en los que se podría haber puesto arriba antes.
Oportunismo goleador: Silvio Romero no tuvo una buena noche, pero hizo lo más importante: El gol del triunfo. Un centro de Sebastián Palacios encontró un muy buen cabezazo de Juan Insaurralde al palo, y la pelota fue al medio del arco con un Rodrigo Rey totalmente fuera de la jugada. El Chino, con su olfato goleador, empujó el balón y rompió el empate para que el Rojo se lleve tres puntos fundamentales.
