Independiente no le encontró la vuelta e igualó 1-1 con Platense. En InfiernoRojo te contamos por qué.
Una variante que costó cara: El único cambio para el partido había sido Thomas Ortega por Lucas Rodríguez, e Independiente lo lamentó. Platense se dio cuenta rápidamente de que ese costado era una vía fácil de llegada al arco de Sebastián Sosa, y Facundo Curuchet desbordó constantemente al juvenil. De ahí, se explica el gol del Calamar, el cual llegó de un centro desde ese lado y un remate en el corazón del área.
El ataque, sin respuestas: Se repitió una constante que se viene dando siempre, y que parece reiterativo remarcarla. Sebastián Palacios bajó el nivel, Alan Velasco no logra terminar las jugadas y Andrés Roa rinde por momentos, lo que obliga a Silvio Romero a bajar para buscar la pelota y no puede cumplir con su función de 9. Hoy, la delantera no tiene sorpresa por ningún lado, y lo sufre cuando intenta romper la defensa rival. Tal vez sea hora de cambiar algunas posiciones.
Cambios tardíos e intrascendentes: Julio Falcioni tampoco tuvo una buena noche. El Emperador intentó leer el partido, pero lo hizo tarde y mal. Recién a los 81 minutos movió el banco, y lo hizo para que ingresen Jonathan Herrera y Domingo Blanco por Velasco y Lucas González, respectivamente. El puesto por puesto fue intrascendente, y con la salida de un extremo por otro 9 (al que no le llegaba la pelota) perdió más peligro. Si el Rojo no encontraba el rumbo, con los cambios lo terminó de perder.
