Independiente cayó 3-1 ante Talleres y en InfiernoRojo te contamos por qué.
Primera parte espantosa: Independiente salió a jugar como si no supiera dar un pase a un compañero. Cada vez que un futbolista conseguía la pelota, era reventarla y esperar que la suerte le juegue a favor. Así, los de Avellaneda desperdiciaron 45 minutos en los que el rival supo cómo dominarlo.
Errores garrafales y definición rápida: Si bien el mal juego del Rojo era inesperado, los errores en el final de la primera parte fueron parte de una constante que se viene repitiendo con una frecuencia alarmante. El despeje al medio de Bustos en el primero y la pasividad defensiva en el segundo, definieron el cotejo a favor de la T.
Penal insólito y encuentro liquidado: Independiente se había repuesto en el complemento. El ingreso de Alan Velasco le había dado más agresividad al ataque, y luego tanto Andrés Roa como Jonathan Herrera pudieron complementar. Sin embargo, en una jugada insólita, el Rey de Copas pasó de estar cerca de la igualdad a sufrir el tercero por un penal infantil de Fabricio Bustos, quien tuvo un partido para el olvido. El Tractor regaló tres puntos.
Los arbitrajes tendenciosos, otra constante: Independiente regaló 45 minutos, es cierto, algo que no puede hacer ningún equipo que desee ser candidato a un título. Sin embargo, volvió a sufrir un mal arbitraje. Cuando Bustos quiso ingresar al área para irse de cara al arco, Ángelo Martino lo derribó, algo que Ariel Penel vio y no advirtió. Sin embargo, en el final, si vio la falta del Tractor a Michael Santos, lo que definió el cotejo. Esta vez, Sebastián Sosa no pudo contener el remate de Diego Valoyes.
