Independiente perdió 2-0 con Colón y se despidió de la Copa de la Liga. En InfiernoRojo te contamos por qué.
Error de principiante: Pese a no ser superior ni siquiera en el arranque del partido, el desarrollo no estaba tan desequilibrado. Independiente generaba algunas chances y Colón hacía lo propio. Sin embargo, un penal infantil de Juan Insaurralde derivó en penal para el Sabalero, y Luis Rodríguez no falló desde los doce pasos para abrir un encuentro que estaba cerrado.
Falta de juego: Los futbolistas intentaron llegar al empate desde la actitud, pero la falta de una idea de juego hicieron que perdieran la pelota cada vez que la tenían. Salvo los intentos de Andrés Roa y alguna que otra subida de Sebastián Palacios, el Rojo casi no preocupó a Leonardo Burián, y eso se debe a que jamás supo seguir una línea de juego.
Segundo gol y partido terminado: Si los de Avellaneda tenían, al menos, una mínima ilusión de llegar al empate, se esfumó a los 21 minutos del complemento. Luego de un excelente pase de Alexis Castro, que se había ido solo por el medio, Santiago Pierotti se adueñó de la pelota y, con una definición exquisita, venció la resistencia de Sebastián Sosa. El Diablo caminaba por la cornisa cuando subía Colón, y se terminó cayendo.
Un rival que sabía lo que quería: Hablar solo del mal juego de Independiente es, tal vez, egoísta. El Rojo fue un equipo sin juego, sin ideas, pero del otro lado tuvo a un rival claramente a la altura. Si bien el Sabalero no tradujo lo suyo en una gran cantidad de situaciones, manejó el mediocampo e hizo sufrir al más grande en San Juan. Solo la solidez defensiva y la actitud del Rey de Copas equilibraron el encuentro.
