Independiente volvió a ganar, esta vez frente a Newell’s, y en InfiernoRojo te contamos por qué.
Excelente comienzo: Independiente arrancó de una manera atípica. En el arranque demostró que iba a buscar los tres puntos y puso a Newell’s contra las cuerdas. Sebastián Palacios estaba fino, y Lucas González junto con Domingo Blanco comandaban muy bien los contrataques. Luego de una jugada magistral, Palacios facturó con una definición exquisita y puso arriba al Rojo de manera tempranera. Fundamental.
Oportunismo inesperado: Fabricio Bustos había tenido una buena primera parte, aunque tuvo algo de fortuna para liquidar el cotejo en la primera parte. Presionó alto y ligó un rebote producto de un despeje fallido. Luego, se entendió muy bien con Jonathan Menéndez y definió mucho mejor.
Caída en el complemento: Independiente fue uno en la primera parte, y otro en la segunda. Todo lo bueno hecho en el inicio, casi lo pierde en el complemento. El equipo perdió marca e intensidad, y permitió que el local se encime al punto de que llegó a un descuento que bien podría haber sucedido antes.
Un Sosa implacable: En un momento caldeado, en el que el mediocampo ya no presionaba y la defensa estaba dormida, el uruguayo agigantó su figura. No tuvo atajadas descomunales, pero si jugadas en las que, de no estar atento, la suerte podría haber sido otra. El arquero fue exigido en varias ocasiones durante la segunda mitad, y respondió en todas ellas. Casi tapa el cabezazo de Maxi Rodríguez, pero no tuvo nada que hacer ante la potencia de la pelota.
