Independiente rompió una racha casi maligna en ganándole 2 a 1 a Godoy Cruz y se trajo tres valiosos puntos de Mendoza. En InfiernoRojo, las claves de la victoria.
No sucumbió ante el gol: El Rojo arrancó perdiendo muy pronto, y pese a ser un equipo hiper frágil, en esta oportunidad no se dejó doblegar tan fácilmente por el rival. Fundamental para quedar siempre a tiro del empate.
Tomó la pelota y generó: No solo que no se dejó imponer por el rival sino que además le quitó la pelota, sobre todo en la segunda mitad, e intentó incluso imponerle condiciones. No fue tan claro como uno quisiera, pero la realidad es que en posesión terminó 61% a 39%. Importante.
El empate: Y pese a que el equipo había mejorado y superaba ligeramente a Godoy Cruz, convertir ese gol medio de carambola fue clave para que se igualen las acciones. Fundamental de verdad, porque el arco se cerraba cada vez más.
Amarillas, expulsión y gol: Las buenas le llegaron juntas a los de Fernando Berón. Primero porque Godoy Cruz empezó a pegar y fueron quedando amonestados muchos de sus jugadores. Y segundo, porque cuando llegó la expulsión de Tomás Cardona, inmediatamente Silvio Romero pudo capitalizar la ventaja numérica en el 2 a 1 definitivo.
Orden para ganar: Independiente supo mantener el orden, no encerrarse en su propio área- algo que venía haciendo reiteradas veces- y, sin pasar demasiadas penurias, supo hacer transcurrir los minutos para llevarse los tres puntos. No brilló, pero ganó y era imprescindible que suceda. Bien.
