Independiente no mostró jerarquía y en una tarde a puro goles igualó ante Godoy Cruz 3-3. Estas son las claves según InfiernoRojo.
Un retroceso deficiente: El equipo local se puso en ventaja cómodamente y de la mano de los goles generador por contraataques, donde el Rojo desnudó todas sus problemáticas en el retroceso defensivo.
Correcto nivel de los laterales: En un partido que no hubo mucho para destacar, tanto Alex Vigo como Lucas Rodríguez se mostraron sólidos a la hora de desbordar en ataque, no pudiendo por ahí ser vitales en defensa, pero dándole al equipo volumen de juego.
Un entrenador que puso la carne al asador: Cuando el resultado apretaba y el equipo tenía que ir a buscar nuevamente el empate, Eduardo Domínguez no dudó y mandó a Leandro Benegas y Rodrigo Márquez a la cancha, apostando por el ataque, al igual que con Boca apostó a esto, le salió bárbaro ya que desde el banco establecieron la igualdad.
Flojos niveles en el medio: Andrés Roa no pudo gravitar, Lucas Romero se mostró incómodo y Domingo Blanco con un evidente mal estado, producto de las pocas prácticas de futbol que tuvo, perdiéndose gran parte de la pretemporada.
Temple para reponerse: Si algo se le cuestionaba a Independiente era que al recibir un gol era imposible que empate el partido, algo que en esta ocasión no pasó, logrando igualar la contienda en tres oportunidades.