Independiente sufrió varias expulsiones en el ciclo de Vaccari y en más de una ocasión debió cambiar sus planes por la inferioridad númerica.
“Independiente se quedó con diez jugadores“. Para desgracia del equipo, se trata de una frase que en los últimos partidos comenzó a repetirse con alta frecuencia en el Rojo, quien parece haber tomado de forma no intencional el “mal hábito” de amigarse con las tarjetas rojas y obligar a Julio Vaccari a pegarle un volantazo al rumbo táctico de los partidos.
El último caso que se suma a la lista es Santiago López. El juvenil abandonó el campo a los 10 minutos de partido, en lo que terminó siendo el empate contra River, como producto de un planchazo a Paulo Díaz. Y más allá del desarrollo del encuentro, la expulsión del pibe del Rey de Copas trasciende a un plano más preocupante al llevar atrás el tiempo. Allí es donde se perciben números dignos de estudiar, especialmente en el contexto de los clásicos.
Cinco expulsiones en los últimos seis partidos es la estadística acerca del primer gran dolor de cabeza en lo que va del ciclo Vaccari. ¿Qué particularidad más profunda existe? Que las últimas cuatro tarjetas rojas tuvieron lugar en la disputa de un clásico.
En orden, las últimas expulsiones que vienen asediando a Independiente se detalla de la siguiente manera: Adrián Spörle vs Independiente Rivadavia, Alex Luna vs San Lorenzo, Damián Pérez y Federico Vera vs Racing, y Santiago López vs River. Un fenómeno que de hacerse costumbre puede perjudicar el porvenir del equipo.
Bajo la línea de esta tendencia, Independiente se convirtió en el club que que más veces vio la tarjeta roja en todo el campeonato, con un total de seis expulsiones (se le suma Canelo contra Talleres). Además, es quien más amonestaciones (56) recibió a lo largo de las 13 fechas que se llevan disputadas, mientras que en el segundo lugar se encuentra un alejado Newell’s, con 35 amarillas.
“Cuando pasa algo o existe una conducta que se repite varias veces en un equipo, el responsable es el entrenador“, admitió el propio Vaccari en conferencia de prensa, luego del empate con River, responsabilizándose de las acciones de juego que vienen perjudicando a su equipo.
Sin contabilizar la expulsión de Spörle (a los 79 minutos), la tendencia que viene de la mano con el fenómenos de la inferioridad numérica es que, justamente, Independiente debió afrontar sus últimos tres clásicos con un jugador menos desde el primer tiempo: Luna se fue expulsado a los 20′, Pérez a los 30′ y López no pasó del cuarto de hora. Por consecuencia, la planificación del DT para gran parte de los partidos trascendentales debió ser tirada por la borda antes del entretiempo.
Sin embargo, desde el estado de alerta emerge un factor positivo: el Rojo enfrentó a la adversidad con coraje. Jugó en inferioridad de condiciones un mínimo de 60 minutos en cada clásico y en todos rescató un empate a cero, dando la sensación que con 11 jugadores en cancha la historia podía haber sido distinta.
“Cuando tenes uno menos y enfrente tenes a uno de los equipos con mayor jerarquía del país, no podes descuidar algunas cosas, pero realmente (los jugadores) intentaron ir para adelante en la medida que pudieron y con las armas que nos quedaban”, concluyó Vaccari acera del último palo en la rueda que se le presentó. En silencio, anhela romper cualquier tipo de amistad con la tarjeta roja para ejecutar sus planes a la perfección.
Foto: @ph.arita