Lucas Villalba participó activamente de los dos goles del encuentro en Junín. Claro está que de forma negativa, porque de sendos laterales realizados por el juvenil vinieron los gritos del partido.
Iban 23 minutos de juego, Independiente no hacía pie en la mitad de la cancha y por lo tanto no tenía forma de salir desde el fondo y evitar el pelotazo. Las imprecisiones decían presentes. Y de una de ellas llegó la apertura del marcador. Lucas Villalba se hizo cargo de un lateral, por su costado, y decididamente lo ejecutó mal ya que en lugar de dárselo a un compañero, le dio la bola al de Junín y ahí comenzó el principio del fin.
Cabezazo para arriba, Cáceres que la despeja corta y para el medio. Luego, todo lo conocido, ataque, remate de Ramiro López, desvío en Cristian Tula y gol de Sarmiento. El Ruso nada pudo hacer para evitarlo.
En el segundo tiempo, cuando Independiente tenía diez jugadores por la expulsión de Cristian Tula, llegó el tanto que liquidó el todo. Esta vez Villalba se la dio a un compañero, pero estaba muy expuesto y Federico Insúa dominó pero su pase, por el apremio entre otras cosas, fue corto y derivó en la corrida de Cacheiro que la clavó en un ángulo para el 2-0 final.
Así como a los delanteros se los exige y deben practicar definición y movimientos dentro del área, Villalba deberá durante la semana trabajar la importancia de los laterales para no dejar mal parada a la defensa y hacer de esta incidencia del encuentro una ventaja para su equipo y no un problema que derive en el gol rival.
