Si bien es uno de los pocos que parece jugar por la camiseta Federico Mancuello dejó con 10 jugadores al equipo cuando sólo iban 28 minutos del primer tiempo por doble amonestación.
A los 7 minutos, tras un error gravísimo de Battión en mitad de cancha, Mancu salió a cubrirlo y llegó tarde. Por ende pegó y recibió la primera amarilla por parte de Diego Abal. Claro está que fue una falta en el medio campo, pero justamente ahí está el mayor problema que llevó al zurdo surgido de las inferiores del Rojo a la expulsión final.
Tanto Battión, como Zapata y sobre todo Ferreyra lo dejaban muy solo a Mancuello en su doble función. O sea, defender su costado, que fue muy utilizado por Atlético Rafaela durante casi todo el partido (es más, por ahí llegó la apertura del marcador) y llevar peligro intentando desbordar y llegar al fondo.
En una de esas jugadas en las que Mancuello salió a cubrir la espalda de Ferreyra es donde dio su segundo topetazo y Abal no perdonó. Pese a que hubo miles de suspicacias en torno a los arbitrajes, el juez decidió amonestar por segunda vez al zurdo y el Rojo se quedó con 10 jugadores antes de la primera mitad del encuentro.
El futbolista se tomó su cabeza, miró hacia al cielo, al banco de suplentes y a sus compañeros como queriendo encontrar una respuesta, aunque lo único que halló fue la puerta de ingreso al vestuario. El equipo sintió su ausencia. Fue el golpe que faltaba ante la hibridez de todos.
