“Los detalles definieron la serie”, declaró Sebastián Beccacece tras la caída en Quito, asegurando que el error en Avellaneda y el respeto desmedido a la altura le costaron la clasificación.
La caída de Independiente en los Cuartos de final de la Copa Sudamericana resonará por largos días. El Rojo se bajó rápido del máximo objetivo y perdió prestigio internacional, la chance de levantar un título a fin de año y una importante suma de dinero. Hay mucho dolor, fastidio y enojo dentro del Club, porque creen que el cuerpo técnico respetó demasiado al rival y a los 2.800 metros de altura.
En conferencia de prensa luego del 0-1 en Quito, Sebastián Beccacece intentó explicar: “Teníamos un partido sufrido, pero bastante controlado. La impotencia pasa por la jugada donde un jugador sale del campo y la falla del primer partido. Da la sensación de que esos detalles definieron una serie en la que fuimos muy superiores de local y, por lo hecho en el primer tiempo como visitantes, merecimos algo más”.
Es cierto que la falla de Martín Benítez en la ida le dio esperanza a del Valle, por ese relevante gol en el Libertadores de América. Ese error costó muchísimo, pero es una falacia decir que el Rojo fue dominante. Logró dar vuelta el resultado en Avellaneda por el ímpetu en los minutos finales y nada más. En ningún momento de la llave el Orgullo Nacional sometió al conjunto ecuatoriano. Fue un encuentro parejo, peleado, cerrado, sin un protagonista contundente.
Tampoco es cierto que “un detalle” en el Olímpico Athaualpa fue el desencadenante de la derrota. Atribuirle la caída a la salida/lesión de Fabricio Bustos es ilógico. Los Rayados pasaron por arriba a Independiente en los dos tiempos y el gol pudo haber llegado en cualquier momento; antes, durante o después del calambre del Tractor.
Sí, el Rojo tuvo tres ocasiones muy claras que pudieron haber torcido el destino de la noche ecuatoriana, pero siempre estuvo bajo el pie de los centroamericanos. Desbordaron, tuvieron la pelota, atacaron por todos los frentes, presionaron alto, probaron de afuera del área, llegaron por arriba, por abajo, impidieron que el equipo de Beccacece salga con tranquilidad y respire. Le faltaron el respeto al Rey de Copas. El problema fue que el Rey de Copas le entregó todas esas libertades, justamente, por salir a respetar por demás a la altura.
