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Los por qué de Pepé

pepe santoro

Lejos de pretender ensuciar la imagen de Miguel Ángel Santoro, intentaremos comprender el por qué detrás de los resultados negativos en esta etapa como director técnico definitivo de Independiente.

La explicación racional, puesta en evidencia por los mismos protagonistas, es que la mayor parte de la responsabilidad corresponde a los jugadores. Ya son cuatro los entrenadores que han debido abandonar antes de lo previsto su trabajo en la conducción de un plantel que se mantiene, en su gran mayoría, desde 2006.

Sn embargo también es cierto que, con los mismos nombres, Pepé ha sabido conseguir muy buenos resultados en sus anteriores etapas como interino, con lo cual también cabe analizar la responsabilidad que le corresponde en la situación actual.

Los factores que condicionaron este negativo presente de Santoro pueden dividirse en exógenos y endógenos. Los primeros son aquellos que lo obligaron a conformar un equipo más allá de su voluntad, e incluyen: las partidas de Germán Denis y Carlos Matheu, el lamentable estado físico del plantel que heredó en la segunda mitad del torneo anterior, y la falta de recursos (en teoría afectados a la construcción del nuevo estadio) para obtener jugadores de jerarquía.

Una vez asumidas estas causas ajenas a las decisiones del entrenador, podemos adentrarnos en los factores endógenos, es decir aquellos que surgen directamente por decisiones adoptadas por Pepé.

En lo que respecta a la conformación del equipo, nunca logró darle una identidad de juego definida. Puede esperarse algo diferente en cada partido de Independiente, concretamente: no se sabe a qué juega. No se puede dilucidar si es un equipo que pretende presionar al rival,  esperarlo y contraatacar, o si apuesta a la tenencia de pelota.

A la falta de identidad se le suma una inclinación sumamente conservadora, puesta de manifiesto en la conformación de equipos que llegaron a incluir tres volantes centrales en condición de local, o en la falta de audacia en los cambios que debe realizar en medio de los partidos.

Pero tal vez la principal falla de Pepé en este ciclo haya sido la inconsistencia de sus decisiones respecto de los jugadores.
Pueden repasarse fácilmente dividiendo a los mismos en tres grupos: referentes, jóvenes y nuevos (el legado de Borghi).

El primer grupo corresponde a Pusineri, quien inexplicablemente en un equipo falto de identidad y actitud no tuvo minutos en los primeros dos partidos del campeonato.

Respecto de los jóvenes, es llamativo que Patricio Rodríguez no haya tenido siquiera una oportunidad, sobre todo cuando el argumento oficial del entrenador siempre fue que es demasiado joven y hay que llevarlo con calma… igual calma con la que de un partido a otro Santoro pasó de incluir a Mazzola de titular a ni siquiera concentrarlo. Lo de Mancuello es tal vez  el ejemplo más claro del desconcierto que dominó a Pepé este tiempo, ya que pasó de no ir a la pretemporada a ser casi un titular indiscutido (y con razón). El resistido Fredes era duda para jugar en lugar del apático Ledesma el viernes anterior, y no fue al banco…  Este viernes Fredes es titular. Depetris parecía haberse ganado un lugar en el verano, ya no concentra, tampoco juega en reserva. Por el contrario, su lugar en el banco de suplentes lo ocupa Centurión, quien además de no haber demostrado nada en Independiente, tampoco constituye un capital del club.

Finalmente el grupo de los nuevos está integrado por Nuñez y Gandín. El primero hizo 9 goles entre copa y campeonato el semestre pasado, 7 de los 15 goles del rojo en el apertura (casi el 50%), y fue relegado en tres oportunidades por José Moreno, de quién aún no vislumbramos movimientos correspondientes a un futbolista. Gandín, por otro lado, luego de haber minado de desconfianza el clima dentro del plantel con declaraciones poco felices, goza de un indulto y pasa a formar parte de la lista de concentrados, de la cuál ahora se deja afuera a Moreno (el que relegó a Nuñez).

En suma, queda a la vista que Santoro no ha demostrado mucha coherencia en la elección de los jugadores. Esta incompatibilidad en sus decisiones se refleja en la falta de identidad del equipo, del cual esperamos entienda que Independiente, más allá de los jugadores, técnicos y la dirigencia, no está dispuesto a pensar en la séptima fecha que el torneo para nosotros ya se terminó… otra vez.

Felipe Klein para Infiernorojo

(@Independiente) (@Independiente)

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